sábado, 28 de diciembre de 2019

Diciembre 28: Santos Inocentes

REFLEXIÓN
Hoy recordamos con recogimiento y gratitud a los primeros mártires de la Iglesia que dieron su vida por el Salvador, nuestro Señor Jesucristo. 
Hoy recordamos que el orgullo y la ambición por el poder de un hombre lo llevó a despreciar la vida  de niños inocentes en Belén.
Oremos en este día para que el orgullo mal sano jamás nos haga actuar con injusticia frente a los demás, oremos por aquellos que sufren a causa del orgullo y la ambición; que la humildad venza al orgullo y que la sencillez de nuestro Señor nos lleve a la justicia, caridad  y misericordia en todas nuestras acciones y devociones. 
Un abrazo.

OREMOS
Recordamos en este día, oh Dios, la matanza de los niños inocentes de Belén, ordenada por el Rey Herodes. Recibe, te suplicamos, en tus brazos de misericordia, a todas las víctimas inocentes; y por tu gran poder frustra los designios de tiranos sanguinarios, y establece tu dominio de justicia, amor y paz; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

sábado, 21 de diciembre de 2019

21 de diciembre: Santo Tomás Apóstol

REFLEXIÓN
Tomás fue aquel apóstol que con mucha fe, ternura y valentía dijo: "Vayamos también nosotros para morir con Él"; Tomás quería que Jesús le de una nueva vida como lo hizo con Lázaro, como lo hizo con tantos otros, como lo hace cada día con hombres y mujeres de fe que desean morir a la vieja vida y nacer a una nueva vida que sólo nos puede dar el Señor. Tomás quería esa vida que nos da Cristo.
También fue aquel que al reconocer a Cristo exclamó las palabras que en cada Liturgia exclamamos con devoción: "Señor mio y Dios mio"
Sabemos que este buen siervo de Dios logró llevar el evangelio a tierras muy lejanas, llegando hasta la India en aquel entonces, un buen hombre que nos enseña mucho de la fe y del valor de reconocer al Señor como nuestro buen Dios. Que el ejemplo dulce de este siervo nos lleve y acerque cada día a la presencia de nuestro Salvador y Redentor.

OREMOS
Eterno Dios, que fortaleciste a tu apóstol Tomás con una fe cierta y firme en la resurrección de tu Hijo: Concede que creamos en Jesucristo, nuestro Señor y nuestro Dios, tan perfectamente y sin duda, que nuestra fe no se halle deficiente a tus ojos; por aquél que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.


domingo, 15 de diciembre de 2019

Evangelio del domingo 15 de diciembre: III Domingo de Adviento. San Mateo 11:2-11

REFLEXIÓN
Hoy estamos iniciando la tercera semana de Adviento, el llamado "Adviento de la alegría" y cada vez más se acrecienta la luz de Cristo en nuestras vidas y en nosotros está lograr que esa luz llegue a las vidas de todas las personas que esperan una natividad llena de esperanza.

Esta semana la enseñanza del evangelio sigue mostrándonos a Juan el Bautista, hombre  considerado  por muchos como el último profeta, pero también el primer discípulo al servicio del Señor; un hombre escogido por Dios para anunciar la llegada del mesías, del redentor... 
Juan fue el escogido por Dios para preparar el camino de Jesús y lo hizo con obediencia y valentía, con profunda fe; aún cuando estuvo preso por causa de su amor a Dios siguió actuando, siguió al servicio de Jesús como su mensajero. 

Espero que se den un tiempo para leer por lo menos unas dos veces el evangelio de esta semana para que así juntos podamos valorar la actitud de Juan el Bautista y podamos seguir su buen ejemplo. Este siervo de Dios, estando en la cárcel, envió a sus discípulos hasta Jesús para que le hicieran una pregunta: "Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro"?.
Es seguro que la primera intención de Juan el Bautista era que aquellos hombres puedan estar frente a Jesús, que puedan verlo, escucharlo, saber de Él mismo la respuesta que todos debemos escuchar hoy y cada día en nuestras vidas. Esta semana te invito a buscar a Jesús y a hacerle la misma pregunta que aquellos hombres le hicieron: "Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro"?. La respuesta va a salir desde nuestro corazón, todos sabemos que Cristo si es el que ha de venir, es el que quiere venir, es el que debe venir a nuestras vidas; a nosotros nos toca no sólo esperarlo, nos toca reconocer su poder y su majestad, reconocer su amor y su misericordia, nos toca anunciarlo como el Salvador del mundo; sigamos aprendiendo de Juan el Bautista, el "mensajero" de Dios, anunciemos a todos que la luz del mundo está cada vez más cerca, que la Navidad se aproxima, que Cristo quiere nacer en cada corazón humano. Contemos al mundo que los ciegos ven, los cojos andan, los enfermos son sanados, los sordos oyen, los muertos resucitarán y los pobres tienen esperanza. Contemos al mundo las bendiciones que uno recibe al reconocer a Cristo como el Salvador.

Que vivamos un buen tiempo de espera, un Adviento lleno de esperanza y de alegría al saber que Cristo nacerá en cada uno de nosotros para hacernos mejores personas.
Un abrazo. 

OREMOS
Suscita tu poder, oh Señor, y con gran potencia ven a nosotros; ya que estamos impedidos penosamente por nuestros pecados, haz que tu abundante gracia y misericordia nos ayuden y libren prontamente; por Jesucristo nuestro Señor, a quien contigo y el Espíritu Santo, sea el honor y la gloria, ahora y por siempre. Amén



sábado, 14 de diciembre de 2019

III Semana de Adviento: Oración para encender la tercera vela


TERCERA VELA
Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
La persona indicada:

En las tinieblas se encendió una luz,
en el desierto clamó una voz.
Se anuncia la buena noticia:
¡El Señor va a llegar!
Preparemos nuestros  caminos, porque ya se acerca.
Adornemos nuestras almas
como una novia que se engalana para el día de su boda.
Ya llega el mensajero.
Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas
cada uno de nosotros quiere ser
antorcha tuya Señor para que brilles,
Danos tu luz y tu calor para darlo también a otros
¡Ven, Señor, a salvarnos Señor!,
envuélvenos con tu luz, caliéntanos con tu amor.

Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

miércoles, 11 de diciembre de 2019

II Semana de Adviento: Oración al encender la Corona


SEGUNDA VELA
Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
La persona indicada lee:

Los profetas mantenían encendida
la esperanza de Israel.
Nosotros, como un símbolo de nuestra esperanza
encendemos estas dos velas.
La humanidad entera se estremece
porque Dios se ha sembrado en nuestra carne.
Que cada uno de los que estamos aquí Señor,
te abra su vida para que brotes en ella,
para que nazcas y florezcas en nuestros corazones
y mantengas en nosotros
encendida la esperanza.
¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!

Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén





domingo, 8 de diciembre de 2019

Evangelio del domingo 08 de diciembre San Mateo 3:1-12 II Domingo de Adviento

REFLEXIÓN
El llamado para el primer domingo de Adviento fue estar preparados porque nuestro Señor Jesús vendrá cuando menos lo esperemos, fue un llamado a mantenernos despiertos, a tener los ojos bien abiertos para así poder contemplar al Hijo de Dios en toda su hermosura.

En esta segunda semana de Adviento el evangelio nos dice cómo debemos prepararnos, el evangelio de hoy nos muestra la actitud y ejemplo de Juan el Bautista; un hombre escogido por Dios para preparar la llegada del mesías, antes de que nuestro Señor inicie su ministerio en este mundo Juan el Bautista con humildad, confiando plenamente en Dios, advirtiendo y predicando con valentía y reconociendo el poder de Cristo para la salvación, se hizo siervo de Dios en su propósito de salvación. Como Juan el Bautista, nosotros también debemos levantar la voz en el desierto, debemos llamar al arrepentimiento, debemos preparar el camino para el Señor.

Juan el Bautista decía: "Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca". El arrepentimiento es necesario en nuestras vidas, es un sentimiento profundo, de gran necesidad y que siempre nos hará mejores personas, el arrepentimiento nos permite reconocer con lamento nuestras faltas... el verdadero arrepentimiento nos acerca a Dios, nos lleva a su perdón y a la reconciliación. Es el primer paso para una verdadera vida cristiana, una vida llena de paz y de humildad. Todos tenemos algo de qué arrepentirnos y en esta segunda semana Adviento eso es necesario para ser mejores; escuchar el pedido de San Juan el Bautista, hacer sendas rectas en nuestra vida; confesar nuestros pecados y producir frutos que demuestren nuestro arrepentimiento, nos acercará más al reino de los cielos.

Busca en tu corazón, examina tu vida y recuerda aquello malo que hiciste, laméntalo, confiésalo y siente el perdón de nuestro Señor; siente la nueva oportunidad que te da la vida para poder ser mejor, siente el valor de la reconciliación. 

Como dice Isaías 11:2, pidamos que el Espíritu de la Navidad (que no es otra cosa que el Espíritu de Dios) nos de entendimiento, consejo y conocimiento, pero sobre todo, temor del Señor para que en todas nuestras acciones, en todos nuestros pensamientos y sentimientos haya bondad, justicia y caridad; que al acercarnos a la celebración de la Natividad, nos acerquemos también cada vez más a nuestro Redentor.

"Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, para que con un solo corazón y a una sola voz glorifiquemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo" (Romanos 15:5-6)

Buen tiempo de Adviento para todos ustedes. Un abrazo.

OREMOS
Dios de misericordia, que enviaste a tus mensajeros, los profetas, a predicar el arrepentimiento y preparar el camino de nuestra salvación: Danos gracia para atender sus advertencias y abandonar nuestros pecados, a fin de que recibamos gozosamente la venida de Jesucristo nuestro Redentor; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

Bendigamos al Señor.
Demos gracias a Dios.

La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros, ahora y siempre. Amén.


ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO.