domingo, 30 de diciembre de 2018

30 de diciembre San Lucas 2: 1-14

REFLEXIÓN
Hemos recordado con alegría la noticia que muchos años atrás fue dada, la noticia trajo la esperanza de salvación al mundo: el nacimiento del Hijo de Dios.
El evangelio de hoy nos enseña que hasta en el cielo los ángeles se alegraron por el mundo y se presentaron a los hombres humildes para compartir esa alegría celestial de ver al Salvador nacido; ¿Cómo nos sentimos ahora que ya sabemos el propósito divino de la Natividad? Ha pasado el día del nacimiento de Jesús, pero no ha pasado ni pasará su santo propósito, debemos tenerlo siempre presente todos los días de nuestra vida y debemos recordarlo con gratitud a todos los demás, por eso el evangelio de hoy nos trae la alabanza de los ángeles que dice:

"Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra paz a los que gozan
de su buena voluntad"

Glorifiquemos a Dios por haber enviado a su Hijo bendito por todos nosotros, recibamos esa paz que se nos ofrece y que todos los días del año recibamos al Cristo que nace y crece en nosotros para cambiarnos y hacernos más amorosos, más humildes, más a su semejanza.
Dios los bendiga, un abrazo.

OREMOS
Dios todopoderoso, tu has derramado sobre nosotros la nueva luz de tu Verbo encarnado: Concede que esta luz, que arde en nuestro corazón, resplandezca en nuestra vida; mediante nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.



martes, 25 de diciembre de 2018

25 de diciembre Fiesta de la Natividad del Señor San Juan 1:1-18

REFLEXIÓN 
El evangelio de hoy nos recuerda de manera tan profunda grandes verdades de Cristo que con gratitud y gozo podemos compartir con todas las personas, verdades que la Navidad nos trae: "...y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros".
Vamos juntos a recordar todo lo que San Juan nos dice de Jesús, nacido de María, la Santa virgen.
Lo primero que encontramos al leer el evangelio es su eternidad, Él existió desde siempre y por 
medio de Él TODO fue creado, sin Él nada podría existir. Esta es una gran razón para agradecer su venida y mostrar nuestro amor por Dios el Padre y su hermoso propósito para la humanidad.
Él no sólo es la vida, sino también es la luz, la luz verdadera que alumbra a todo ser humano; sin embargo no todos lo reconocieron, no todos lo recibieron. Esa verdad es triste, aún en nuestros días hay personas que se atreven a negarlo y a negar sus bondades y sus verdades. Pero el evangelio de hoy nos recuerda que quienes lo reciben y creen en Él tienen el privilegio de ser reconocidos como hijos de Dios, eso es lo que somos y es algo que no debemos olvidar jamás; como hijos de Dios debemos seguir su ejemplo, debemos parecernos al Padre, hacernos semejantes a Jesús en bondad y amor. Cristo es la abundancia del AMOR y de toda la VERDAD. 
De la abundancia de su amor TODOS hemos recibido lo que tenemos, vez tras vez, ese amor y esa verdad se han hecho realidad en Cristo Jesús: ESE ES EL SIGNIFICADO DE LA NAVIDAD.
Feliz Navidad a todos.
Un abrazo

OREMOS
Omnipotente Dios, tú has dado a tu unigénito Hijo para asumir nuestra naturaleza, y nacer este día de una virgen pura: Concede que nosotros, siendo nacidos de nuevo y hechos tus hijos por adopción y gracia, seamos renovados cada día con tu Espíritu Santo; mediante nuestro Señor Jesucristo, a quien contigo y el mismo Espíritu Santo sea el honor y la gloria, ahora y por siempre. Amén.



domingo, 16 de diciembre de 2018

16 de diciembre San Lucas 3:10-18 III Domingo de Adviento


Oración para encender la tercera vela:

Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
La persona indicada:

En las tinieblas se encendió una luz,
en el desierto clamó una voz.
Se anuncia la buena noticia:
¡El Señor va a llegar!
Preparemos nuestros  caminos, porque ya se acerca.
Adornemos nuestras almas
como una novia que se engalana para el día de su boda.
Ya llega el mensajero.
Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas
cada uno de nosotros quiere ser
antorcha tuya Señor para que brilles,
Danos tu luz y tu calor para darlo también a otros
¡Ven, Señor, a salvarnos Señor!,
envuélvenos con tu luz, caliéntanos con tu amor.

Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

REFLEXIÓN
Esta semana el evangelio nos anima a compartir con quienes menos tienen, claramente dice: "El que tiene dos camisas debe compartir con el que no tiene ninguna, y el que tiene comida debe hacer lo mismo"; nuestro Señor ya nos enseñó que hay más gozo en dar que en recibir, busquemos con quién compartir, en este tiempo hay muchas manos abiertas esperando del cielo la bondad de los hombres en la Tierra.
Esta es la semana de las buenas obras, las obras de justicia y de bondad en el nombre de Cristo. Que nuestros corazones agradecidos, bondadosos y amorosos se inclinen siempre por la solidaridad con el hermano, con el necesitado, con Cristo nuestro Señor.
Dios nos bendiga

OREMOS
Suscita tu poder, oh Señor, y con gran potencia ven a nosotros; ya que estamos impedidos penosamente por nuestros pecados, haz que tu abundante gracia y misericordia nos ayuden y libren prontamente; haz que podamos darte, dando también a quienes tienen menos que nosotros; por Jesucristo nuestro Señor, a quien contigo y el Espíritu Santo, sea el honor y la gloria, ahora y por siempre. Amén.







domingo, 9 de diciembre de 2018

9 de diciembre II Domingo de Adviento San Lucas 3:1-6

REFLEXIÓN
Hoy, San Juan el Bautista nos enseña cómo debemos prepararnos para la llegada del Señor a nuestras vidas.  Lo primero que vemos en la vida de Juan es que la Palabra de Dios nuestro Señor vino a él para ser escogido como mensajero suyo: para preparar el camino del Señor; Juan el Bautista prestó su voz a Dios para "gritar" en el desierto que todos deben estar listos para cuando venga Jesús el Redentor.
Segundo, vemos que Juan recorría toda la región, es decir, no se quedó en un  solo lugar; donde quiera que iba levantaba su voz para decir: 
"Preparen el camino del Señor,
háganle sendas derechas.
Todo valle será rellenado,
toda montaña y colina será allanada.
Los caminos torcidos se enderezarán,
las sendas escabrosas quedarán llanas.
Y todo mortal verá la salvación de Dios"

A nosotros nos toda en este buen tiempo de Adviento poner, no sólo nuestra voz al servicio de Dios, nos toca poner nuestras vidas, nuestro tiempo y todo lo que esté a nuestro alcance para anunciar que el Señor desea venir a todas las personas, esa es una gran noticia; pero para que pueda venir debemos caminar derecho, de manera correcta, de forma cristiana, siempre con la verdad, la bondad y el amor de Dios en nuestras vidas. Debemos recordar que cuando el Señor llega a nuestras vidas allana montañas,  nos ayuda a enderezar nuestros caminos, a retirar todo lo escabroso, todo lo que lastima y hace difícil nuestro diario vivir. Por eso es importante el Arrepentimiento, como un gran paso para estar dignos de recibir al Señor. Necesitamos de ese lavado necesario, de ese lavado espiritual que es el arrepentimiento, leamos juntos los siguientes textos:

"Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, 
nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad".
                                                                              1 Juan 1:9
"Quien encubre su pecado jamás prospera;
quien lo confiesa y lo deja, halla perdón". 

                                                   Proverbios 28:13 

Este es un buen tiempo para preparar la venida del Señor y a todos nos toca dar el primer paso que nos acerca cada vez más a su presencia, el arrepentimiento. Busquemos en nuestras vidas, en todo lo que hemos vivido, qué cosas tenemos para arrepentirnos, lamentemos las cosas que pudimos haber hecho mejor, lamentemos todo lo malo que hicimos o lo que no hicimos por falta de voluntad y dejémonos llevar por el amor de Dios, por su maravillo Espíritu. La gran oportunidad de ser mejores se nos ha presentado con el Adviento, vivamos siempre un Adviento en nuestras vidas, una espera buena y con la confianza de que Cristo llegará a nosotros y tengamos la certeza de que todo mortal verá la salvación de Dios.

Buen tiempo de Adviento para todos.

OREMOS
Dios de misericordia, que enviaste a tus mensajeros, los profetas, a predicar el arrepentimiento y preparar el camino de nuestra salvación: Danos gracia para atender sus advertencias y abandonar nuestros pecados, a fin de que recibamos gozosamente la venida de Jesucristo nuestro Redentor; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

Oración sugerida para encender la segunda vela de nuestra corona
(Hoy se encienden dos velas)

Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
La persona indicada:

Los profetas mantenían encendida
la esperanza de Israel.
Nosotros, como un símbolo de nuestra esperanza
encendemos estas dos velas.
La humanidad entera se estremece
porque Dios se ha sembrado en nuestra carne.
Que cada uno de los que estamos aquí Señor,
te abra su vida para que brotes en ella,
para que nazcas y florezcas en nuestros corazones
y mantengas en nosotros
encendida la esperanza.
¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!

Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén


domingo, 2 de diciembre de 2018

Domingo 02 de diciembre San Lucas 21:25-28. 34-36

REFLEXIÓN
Hoy iniciamos juntos el Adviento, tiempo en el que nos preparamos debidamente para recordar con alegría y gratitud el nacimiento de nuestro Señor Jesús, encarnado en María la Virgen por nosotros. 

El evangelio de hoy nos recuerda que Cristo volverá a venir lleno de poder y de gloria, a nosotros nos toca merecer estar ante su presencia dignos, limpios y dispuestos a gozar de sus promesas eternas; por eso debemos tener cuidado (versículos 34-36), debemos cuidar nuestros corazones, debemos estar vigilantes y en oración constante para fortalecernos con su Espíritu Santo y vivir siempre según su buena voluntad.

Al prepararnos en este tiempo, no sólo debemos arreglar y embellecer nuestras casas con adornos y nacimientos; también y principalmente debemos arreglar nuestros corazones, nuestras vidas, nuestro carácter, nuestras relaciones con los demás... debemos preparar un nacimiento en nuestro interior para que Jesús crezca dentro de cada uno y permanezca con nosotros hasta el punto de transformarnos a su imagen.

Feliz año nuevo de la Iglesia para todos ustedes y que tengamos todos un buen tiempo de ADVIENTO.

OREMOS
Dios todopoderoso, danos gracia para despojarnos de las obras de las tinieblas y revestirnos con las armas de la luz, ahora en esta vida mortal, en la cual Jesucristo tu Hijo, con gran humildad, vino a visitarnos; a fin de que en el día postrero, cuando vuelva con majestad gloriosa a juzgar a vivos y muertos, resucitemos a la vida inmortal; mediante Él, quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

Bendigamos al Seor.
Demos gracias a Dios.

La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros, ahora y siempre. Amén.





ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO.