domingo, 27 de mayo de 2018

Domingo 27 de mayo Día de la Santísima Trinidad San Mateo 28:16-20

REFLEXIÓN
Padre, Hijo y Espíritu Santo sean reconocidos, de manera especial hoy en lo más profundo de nuestro ser como un todo para nuestras vidas. Recordemos juntos las cualidades de ésta Santa Trinidad y demos gracias a Dios por este día Santo.

Padre: Creador de todo lo existente, del cielo y de la Tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Hijo: Mesías, Redentor, Liberador, Cristo. Imagen perfecta del Padre
Espíritu Santo: Dador de una vida buena y plena que actúa constantemente en nuestras vidas santificándonos con sus dones (Gálatas 5:22).

Que nuestra gratitud al Padre por el regalo de la creación nos haga ser mejores cristianos, nos haga reconocer que todas las cosas vienen de Dios, que nada es nuestro, que TODO es suyo. Que podamos recordar su infinito amor por la humanidad al valorar cómo envió a su Hijo para la salvación de todos los hombres y mujeres del mundo.
Que nuestra gratitud al Hijo, nuestro Señor y Redentor nos acerque más a su presencia, a su palabra y evangelio; que nos acerque más a su Santa Iglesia.
Que nuestra gratitud al Espíritu Santo nos de la esperanza de un vida plena, mejor, llena de cualidades que nos hagan mejores ante Dios y ante los hombres. Que el Espíritu Santo nos guíe a la verdad y nos prepare para una vida mejor llena de Paz y de Justicia, pero sobre todo llena de misericordia. 

Un abrazo
+Juan Carlos Revilla

OREMOS
Seor, abre nuestros labios.
Y nuestra boca proclamar tu alabanza.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya!

Padre, Hijo y Espíritu Santo, un solo Dios: Vengan y adorémosle.

Dios omnipotente y eterno, que por la confesión de una fe verdadera nos diste a tus siervos la gracia de reconocer la gloria de la Trinidad eterna, y de adorar la Unidad en el poder de tu divina Majestad: Conservanos firmes en esta fe y adoración, y llévanos al fin a contemplarte en tu sola y eterna gloria; tú que vives y reinas, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Que la bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo desciendan sobre todos ustedes hoy y siempre. Amén.

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domingo, 20 de mayo de 2018

Domingo 20 de mayo: PENTECOSTÉS San Juan 20:19-23

REFLEXIÓN
Hoy es el día en que con gratitud debemos recibir el Espíritu Santo prometido por el Señor a TODOS sus discípulos, debemos dejar que ese maravilloso Espíritu nos guíe para así ser mejores personas, pero sobre todo, mejores cristianos, para no caer en el error de tomar decisiones humanas, muchas veces imperfectas, que pueden herir, dividir, lastimar... el Espíritu Santo nos llena de sabiduría, una sabiduría que viene del cielo; recordemos que quienes nos dejamos llevar por Él somos hijos de Dios, lean un momento lo que dice Gálatas 5:25 y Romanos 8:14.

Celebremos entonces hoy y siempre la presencia del Espíritu en nuestras vidas, busquemos cada día, cada instante  tenerlo en el corazón y lograremos así glorificar al Señor nuestro Dios y a Cristo Jesús nuestro Salvador.

Dios les bendiga
Feliz día de Pentecostés

OREMOS
Señor, abre nuestros labios.
Y nuestra boca proclamar tu alabanza.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya!

Dios omnipotente, en este da abriste el camino de la vida eterna a toda raza y nación por el don prometido de tu Espíritu Santo: Esparce este don sobre todo el mundo por la predicación del Evangelio, para que llegue a los confines de la tierra; por Jesucristo nuestro Seor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Bendigamos al Seor.
Demos gracias a Dios.

La gracia de nuestro Seor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros, ahora y siempre. Amén.


domingo, 13 de mayo de 2018

Domingo 13 de mayo: La ASCENSIÓN DEL SEÑOR San Marcos 16:15-20

REFLEXIÓN
El evangelio de hoy, FIESTA DE LA ASCENSIÓN, nos recuerda el envío del Señor a sus discípulos para llevar su palabra y sus enseñanzas a todo el mundo y a toda criatura; en éste día tan especial no debemos olvidar que no existe un discípulo de Cristo que no haya enviado, todo discípulo recibe ese encargo, el encargo de compartir con los demás las buenas noticias que de su Señor ha aprendido, las buenas noticias que lo han transformado y lo han hecho un buen cristiano. Tampoco debemos olvidar en éste día que la mejor forma de compartir esa noticia, la más poderosa, la más eficaz, es por medio de nuestro testimonio. Todo lo que hagamos, las cosas que digamos, las decisiones que tomemos, TODO, debe reflejar lo que de Cristo hemos aprendido. No puede haber contradicción entre lo que decimos y lo que hacemos, sobre todo cuando afecta la vida de los demás.
El anuncio que el Señor nos encarga es para toda criatura en todo momento y en todas partes, es un anuncio de compasión, de bondad, de esperanza. Nuestro anuncio debe ser edificar, levantar, animar, reconciliar y perdonar. De nuestros labios deben salir las palabras de Cristo mismo, nuestras acciones deben ser como las de Jesús (Filipenses 2:5) sólo así podremos anunciar el evangelio de forma correcta y con verdad.
A llevar el evangelio que se nos ha encomendado entonces, a hacerlo con amor y sinceridad, con piedad y justicia, con alegría y sencillez de corazón; que el Señor nos acompañe en este santo propósito.
Un abrazo 
+Juan Carlos

OREMOS
Señor, abre nuestros labios.
Y nuestra boca proclamará tu alabanza.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Oh Dios, Rey de la gloria, que con gran triunfo exaltaste a tu único Hijo Jesucristo a tu reino celestial: No nos dejes desconsolados, mas envíanos tu Espíritu Santo para fortalecernos y exaltarnos al mismo lugar, adonde nuestro Salvador Cristo nos ha precedido; quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, en gloria
eterna. Amén

Bendigamos al Seor.
Demos gracias a Dios.

La gracia de nuestro Seor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros, ahora y siempre. Amén.



domingo, 6 de mayo de 2018

Domingo 6 de mayo San Juan 15:9-17

REFLEXIÓN
La semana pasada nuestro Señor nos pidió permanecer en Él, nos ofreció la promesa maravillosa de que tendremos todo lo que le pidamos si nos mantenemos unidos a Él y sus palabras permanecen en nosotros.  Esta semana la enseñanza continúa tan linda como la semana pasada. Cristo no sólo quiere que permanezcamos en Él, hoy nos pide permanecer en su Amor. ¿Qué significa entonces  permanecer en su amor? Permanecer en su amor es dejarnos amar por Él, dejarnos sentir su presencia a cada instante, alegrarnos con su Espíritu, adorarlo, alabarlo y demostrar con nuestras acciones que Él es todo para nosotros; permanecer en su amor es estar enamorados de Cristo, sonreír en paz cuando lo sentimos, decirle en el silencio de nuestro corazón que le amamos... dejarnos amar por Él es sentir su amor y su bondad con gratitud todos los días de nuestra vida. 
El amor que sentimos por nuestro bendito Señor debe ser sincero, sin hipocresía,  debe llevarnos a aborrecer el mal y todo lo malo (Romanos 12:9), el amor del Señor debe hacernos mejores, más justos, misericordiosos, humildes y a la vez valientes, y ése mismo amor debemos demostrar a nuestro prójimo, porque no podemos decir que amamos a Dios a quien no vemos, si no amamos al prójimo a quien SI vemos.
Cristo Jesús nos dice algo muy importante hoy en el versículo 10: "Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor". El Señor nos está dando una forma de permanecer en su amor, y ésta es OBEDECER SUS MANDAMIENTOS, todos sus mandamientos, aún aquellos que se nos son difíciles de cumplir; así podremos permanecer en su amor.
Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa. 
                                                                                                       San Juan 15:11
Que ésta semana y siempre podamos permanecer en el amor de Cristo para que nuestra alegría sea santificada, para que sea una alegría envuelta en su paz, en su amor y su bondad.
Dios nos bendiga.
2 Tesalonicenses 3:5

OREMOS
Señor, abre nuestros labios.
Y nuestra boca proclamará tu alabanza.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya!

Oh Dios, tú has preparado para los que te aman cosas tan buenas que sobrepasan nuestro entendimiento: Infunde en nuestros corazones tal amor hacia ti, que, amándote en todo y sobre todas las cosas, obtengamos tus promesas, que exceden todo lo que podamos anhelar; por Jesucristo tu Hijo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Bendigamos al Señor.
Demos gracias a Dios.

Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros, ahora y siempre. Amén.


ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO.