Domingo 30 de junio San Lucas 9:51-62

Espero que como cada domingo lean el texto del evangelio junto conmigo para así poder sentirlo mejor, como un mensaje edificante para nuestra vida espiritual; si no lo leíste, busca tu Biblia y hazlo ahora, antes de reflexionar juntos. Que el Espíritu del Señor nos acompañe

REFLEXIÓN

El evangelio de hoy nos recuerda que nuestro Señor estaba pronto a dar su vida en sacrificio por todos nosotros y para eso, tenía que ir a Jerusalén, es allí donde tendría que sufrir y dar su vida por amor a toda la humanidad; dice el versículo 51 que Jesús se hizo el firme propósito de ir a Jerusalén para cumplir con ese sacrificio de amor, pasando por Samaria quiso descansar allí y la gente de aquel lugar no lo recibió... 

Sabemos por la historia que los samaritanos y los judíos tenían mucha rivalidad entre ellos, a tal punto que olvidaban hasta los actos de hospitalidad y compasión entre ellos, sabiendo que nuestro Señor  se dirigía a Jerusalén (el centro de adoración de los judíos), no lo recibieron. ¿Habrá en éstos días gente que por resentimientos pasados no desee recibir a Cristo en su vivienda? ¿habrá personas que prefieran seguir en pleitos en lugar de recibir al portador de la paz? Creo que todos tenemos la respuesta en nuestro corazón ahora. 

Si leemos San Lucas 19:41-42 nos daremos cuenta de cuánto sufría nuestro buen Señor por las acciones incorrectas de los hombres, Cristo es el portador de la Paz verdadera y todos debemos entenderlo así; debemos de dejar cualquier mal pensamiento, sentimiento, injusticia o rencor que a lo mejor estemos viviendo o sintiendo para dar paso a quien nos puede traer la Paz: Jesucristo. Debemos recibirlo para así ser verdaderos cristianos, cristianos dispuestos al perdón, dispuestos a la reconciliación, dispuestos a la Paz; no dejemos que Cristo pase sin visitarnos, pidámosle que Él entre en nuestras vidas, que se quede para siempre con nosotros y con los que amamos, y aún también con los que no amamos.

Estemos dispuestos a seguir a Jesús, sin excusas, sin pretextos, por sobre todo y en todo; escuchemos su dulce voz que nos dice "Sígueme" y digamos con sinceridad las mismas palabras del versículo 61

"Te seguiré Señor, pero lo haré como tú quieras, hazme tu siervo o tu sierva  y déjame encontrar tu dulce Paz".

Que el Señor nos llame hoy y cada día para ser suyos.

Un abrazo

OREMOS

Dios todopoderoso, has edificado tu Iglesia sobre el fundamento de los apóstoles y profetas siendo Jesucristo mismo la piedra angular: Concédenos que estemos unidos en espíritu por su enseñanza, de tal modo que lleguemos a ser un templo santo aceptable a ti; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

San Pedro y San Pablo: 29 de junio

REFLEXIÓN

Hoy recordamos y celebramos con gratitud y reverencia la fiesta Santa en homenaje a San Pedro y a San Pablo; dos hombres santos que son para todos los cristianos un gran ejemplo de vida, una enseñanza profunda de la que debemos aprender. Cada uno de ellos nos muestra con su vida el profundo amor por Cristo como su Dios y su Señor, nos muestra la obediencia, la perseverancia y hasta el sacrificio sin miedo por amor y gratitud.

Pedro nos dice constantemente en las escrituras que nos amemos siempre los unos a los otros, nos recuerda en sus escritos que debemos amarnos sinceramente porque el amor cubre multitud de pecados. Tomando esas enseñanzas, se nos es fácil perdonar. Pedro fue un hombre que siendo un humilde pescador es llamado por el Señor para ser su apóstol, Cristo lo convirtió así en la cabeza de la Iglesia, considerado el primer papa por ser el primer obispo de Roma, fiel hasta su muerte murió martirizado cruelmente soportando el dolor; él decía: 

"Es una gracia soportar, con el pensamiento puesto en Dios, las penas que se sufren injustamente"

Él lo hizo, él soportó por amor y lleno de fe los sufrimientos por causa del evangelio, que ésta enseñanza nos anime, aprendamos de Pedro no sólo este día, sino todos los días de nuestra vida.

Pablo, el hombre a quien Cristo santificó; fue llamado por el Señor cuando él perseguía cristianos, su corazón y su alma fueron tocados por las palabras mismas de Cristo cuando le preguntó: "¿Por qué me persigues Saulo?" En ésta pregunta Cristo nos hace notar que todo lo malo que hacemos contra los suyos, lo estamos haciendo también con Él; Pablo lo entendió y lo sintió así en su corazón (lean su historia en el libro de Hechos 9:1-18; lean su historia en todas sus cartas, Pablo es quien más a escrito en el nuevo testamento, quien más nos enseña en sus escritos de parte de Dios)

Pablo es quien enseña lo que él mismo entendió: 

                     "Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman"

Este apóstol nos ayuda a entender y a vivir nuestra fe, nos enseña magistralmente en todas sus cartas, como San Pedro, nos da también un ejemplo de vida piadosa y de esperanza en Cristo, podríamos pasar muchas horas escribiendo de ellos, pero dediquemos tiempo hoy para dar gracias a Dios nuestro Padre por haberlos escogido para ser nuestros ejemplos; pero sobre todo, demos gracias a Dios porque también nos escogió a nosotros y nos ama del mismo modo que amó a sus hijos queridos Pedro y Pablo.

Vivamos hoy y siempre el recuerdo de San Pedro y de San Pablo con gratitud.

Un abrazo

+Juan Carlos Revilla

OREMOS

Dios omnipotente, cuyos benditos apóstoles Pedro y Pablo te glorificaron con su martirio: Concede que tu Iglesia, instruida por su enseñanza y ejemplo, y entrelazada en unidad por tu Espíritu, permanezca siempre firme sobre el único cimiento, que es Jesucristo nuestro Señor; que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

Que la bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre todos nosotros hoy y siempre+. Amén.

11 de junio: San Bernabé Apóstol

REFLEXIÓN

Hombre bueno que se santificó por compartir de lo suyo con los pobres y necesitados, se hizo apóstol y misionero junto con San Pablo y nos enseña mucho de la caridad, el amor y la perseverancia al servicio de Cristo y de su Iglesia. Hoy lo recordamos con gratitud por su gran ejemplo.

OREMOS

Concédenos, oh Dios, que sigamos el ejemplo de tu fiel siervo Bernabé, que no buscaba su propio provecho sino el bienestar de tu Iglesia, y ofrecía generosamente sus bienes y su vida para el socorro de los pobres y la propagación del Evangelio; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Que la luz del ejemplo de San Bernabé nos acompañen este y todos los días; que nos anime a pensar y ayudar a todos aquellos que sufren y necesitan de nuestra piedad y compasión; en especial por los enfermos y los que pasan dificultades. 
Un abrazo
+Juan Carlos

Domingo 2 de junio: FIESTA DE LA ASCENSIÓN San Lucas 24:46-53

REFLEXIÓN

Las últimas palabras del Señor frente a sus discípulos, antes de irse a la derecha del Padre suenan en nuestro corazón con alegría; ésta es una promesa maravillosa que nos hace sentir su amor y nos da tranquilidad y confianza en nuestra vida: "Les aseguro que estaré con ustedes siempre". Es el deseo de Cristo nuestro Señor revestirnos de ese maravilloso poder de su Santo Espíritu (Hechos 1:8), es su deseo también hacernos sus testigos e instrumentos de salvación para quienes lo necesiten.  En San Mateo 28:19-20 nos lo pide con autoridad divina y a cambio nos promete estar a nuestro lado SIEMPRE.

Siempre, significa en TODO momento, lugar, tiempo o circunstancia.

Siempre significa que Él nunca nos dejará, que andará a nuestro lado como el mejor amigo y el mejor hermano. Significa que tendremos su amor y su poder muy cerca de nosotros, que podremos contar con su compañía, fidelidad, misericordia y bondad cada vez que lo necesitemos. Él nos asegura su amor permanente, por siempre.

Ahora debemos entender, aceptar y obedecer lo que nuestro Señor nos pide para que a cambio esté SIEMPRE a nuestro lado; Él quiere:

1º Que lleguemos a todas las personas para hacerlos discípulos también (nosotros ya lo somos), para que al igual que nosotros, más personas estén a su servicio, más personas le sean obedientes, anden con Él, escuchen su voz y lo reflejen en sus vidas por medio de sus acciones como debemos hacerlo nosotros cada día mejor, más y más y por siempre.

2º Que todos sean bautizados, lavados de sus pecados y limpios de sus males. Esto es lo que hace el bautizo, pero si aún siendo bautizados nos hemos alejado de Él, debemos animarnos a volver, debemos hacer que su Espíritu fluya sobre todas las personas para que sean parte de su pueblo santo.

3º Que enseñemos a obedecer todo lo que nosotros también hemos aprendido de Él. Debemos dar testimonio de su Palabra y poder, de los milagros recibidos, de su infinita sabiduría: De su amor.

Cristo nos dice que si hacemos éstas cosas, Él estará con nosotros siempre. 

Pongámonos entonces al servicio de Dios cada día, seamos agradecidos, hablemos de Él a todas las personas, animemos a muchos a recibir de su amor y misericordia, enseñemos todo lo que de Él hemos aprendido. Seamos cristianos al servicio de Dios y de su Santa Iglesia todos los días de nuestra vida. Tomemos el buen ejemplo de sus discípulos en San Lucas 24:52 cuando nuestro Señor ascendía a los cielos y les prometía que serán revestidos del poder del Espíritu Santo; ellos lo adoraron, se fueron alegres, estaban continuamente en el templo y alababan a Dios. Hagamos lo mismo este día, adoremos y alabemos  al Señor, estemos siempre alegres con su Espíritu de poder sublime, seamos  cristianos como Dios quiere, a su manera, para nuestro bien y el bien de toda su Santa Iglesia. Amén

Un abrazo

OREMOS

Oh Dios, Rey de la gloria, que con gran triunfo exaltaste a tu único Hijo Jesucristo a tu reino celestial: No nos dejes desconsolados, mas envíanos tu Espíritu Santo para fortalecernos y exaltarnos al mismo lugar, adonde nuestro Salvador Cristo nos ha precedido; quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, en gloria eterna. Amén.

Que la bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre todos nosotros hoy y siempre +. Amén.