Hoy necesitamos iniciar la reflexión y meditación del Evangelio con una oración, la enseñanza que nos trae nuestro Señor es quizá la más difícil de aceptar en nuestras vidas, pero vamos juntos a leer nuestras biblias tratando de entender cómo y por qué lo haremos.
OREMOS
Oh Dios, guíanos siempre a hacer tu Santa y Buena voluntad, haz que tu luz brille en medio de nuestras dudas e incertidumbres y danos fuerza y valor para realizar las cosas que a veces nos son difíciles de cumplir; sabemos que debemos siempre hacer tu buena voluntad y que al cumplir tu palabra te agradamos, te glorificamos y mostramos que te amamos; que tu Espíritu nos de la fuerza necesaria para ser como Tú Señor, en obediencia y bondad. Ahora llévanos a leer tu Palabra y a aplicarla en nuestras vidas, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
REFLEXIÓN
Amar, hacer el bien, bendecir, animar, ayudar y orar; son cosas que como cristianos debemos hacer constantemente con los demás, con nuestro prójimo. Es algo que Cristo nuestro Señor nos pide que hagamos; pero qué difícil resulta cuando debemos amar, hacer el bien, bendecir, ayudar... y orar por las personas que nos han lastimado, que nos han hecho daño, que causaron pena y dolor en nuestras vidas... hoy nuestro Señor nos pide hacer eso y como dice su palabra en San Juan 14:15
"Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos"
Hoy nos toca demostrar a Dios que si lo amamos. Hoy nos toca preparar nuestros corazones para poder hacerlo, para poder amar a quienes nos lastimaron, a quienes nos hicieron daño, ¿Cómo lo haremos? Busca en tu Biblia San Mateo 6:14-15, leamos juntos y en voz alta:
"Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial.
Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les personará a ustedes las suyas"
Si te es posible, vuelve a leer éste mensaje; léelo hasta entenderlo.
Todo parte del perdón, del perdón sincero y honesto; del perdón que debe salir de lo más profundo de nuestros corazones, del perdón necesario, liberador y sanador. Muchas veces es doloroso, y hasta incómodo; pero lo necesitamos, necesitamos perdonar y dejar la justicia en manos de Dios. Necesitamos perdonar para que nosotros también seamos perdonados de nuestros errores, necesitamos perdonar para quitarnos una carga de encima, para no tener resentimientos, para no desear el mal y mucho menos querer venganza. Cuando nosotros perdonamos no le estamos dando un beneficio al quien nos ha lastimado, nos estamos beneficiando a nosotros mismos; el perdón es un regalo de paz para nuestras vidas, es olvidar aquello que nos lastimó, es dejar una carga pesada en el pasado. El perdón es dar gracias a Dios al recordar que tú no fuiste el malo o la mala y nunca lo serás. Por eso DEBEMOS PERDONAR, para liberarnos, para ser como Cristo, para poder decir con verdad:
"Padre, perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden"
Si perdonamos, podremos amar a todos por igual, podremos hacer el bien libremente, podremos bendecir y orar con alegría, sinceridad y libertad. Dice nuestro Señor que así tendremos una GRAN RECOMPENSA y seremos hijos del altísimo (versículo 35). Recordemos que con la misma medida que medimos seremos medidos.
Dios nos bendiga, un abrazo sincero a todos ustedes.
+Juan Carlos Revilla
OREMOS
Señor, abre nuestros labios.
Y nuestra boca proclamará tu alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. ¡Aleluya!
Y nuestra boca proclamará tu alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. ¡Aleluya!
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamosa los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder,
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre. Amén.
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamosa los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder,
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre. Amén.
Oh Señor, tú nos has enseñado que todo lo que hacemos sin amor es de ningún valor: Envía tu Espíritu Santo, y derrama en nuestros corazones tu excelentísimo don, que es el amor, el vínculo verdadero de la paz y de todas las virtudes, sin el cual todos aquéllos que viven son considerados como muertos ante ti. Concédenos esto, por amor de tu único Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Bendigamos al Señor.
Demos gracias a Dios.
Demos gracias a Dios.
Que la bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes hoy y siempre+. Amén.