En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén+
El Señor este con ustedes:
y con tu Espíritu.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. ¡Aleluya!
MEDITEMOS
La tradición siempre ha considerado a San Simón y San Judas como los apóstoles de Persia. Sabemos que fueron mártires de la Iglesia, que dieron su vida por nuestro Señor y por su Santo Evangelio, unos dicen que Simón murió en paz. A San Judas se le considera "Patrón de las causas desesperadas o perdidas". Hoy los recordamos con gratitud.
OREMOS
Eres maravilloso bendito Dios al cumplir tu palabra en nuestras vidas tan fielmente... muchas veces no lo merecemos, pero aún así muestras tu amor misericordioso sobre nosotros, te damos gracias bendito Padre, bondadoso Señor y te ofrecemos en este día nuestras vidas y las vidas de todos los que amamos. Déjanos estar bajo tus manos benditas todos los días de nuestra vida, por Cristo nuestro Señor. Amén.
Te damos gracias, oh Señor, por la gloriosa compañía de los apóstoles, y especialmente en este día por Simón y Judas; y te rogamos que, así como ellos fueron fieles y celosos en su misión, asimismo, con ardiente devoción, demos a conocer el amor y la misericordia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Bendigamos al Señor.
Demos gracias a Dios.
Gloria a Dios, cuyo poder, actuando en nosotros, puede realizar todas las cosas infinitamente mejor de lo que podemos pedir o pensar: Gloria a él en la Iglesia de generación en generación, y en Cristo Jesús por los siglos de los siglos. Amén.
Dios nos bendiga.