Introducción
Qué profunda enseñanza la de este evangelio! Como toda Palabra de Dios que viene directo a nuestro corazón para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia (2 Timoteo 3:16).
Vale profundamente la pena, buscar nuestra querida Biblia, leer el evangelio por lo menos dos veces antes de meditar y dejarnos abrazar por Cristo y su Santa Palabra edificadora, si te es posible; ve y busca tu Biblia para leer juntos ahora el hermoso evangelio de ésta semana. Tómate tu tiempo.
REFLEXIÓN
"No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino"; qué amorosas y paternales palabras que salieron de los labios de nuestro Señor, sólo en éstas palabras Él nos quiere decir tanto...
La primera cosa que se nos viene al corazón cuando escuchamos "no tengan miedo" es un pedido a la confianza, a creer, a tener fe en Él por sobre todo y en todo. Si es Cristo quien nos pide no tener miedo, es que Él quiere protegernos, cuidarnos y acompañarnos en nuestro caminar diario, para andar siempre confiados y seguros, recordando su infinito poder por sobre todo. Debemos reconocer en este día que sólo Él nos puede quitar los miedos y que lo lograremos únicamente con FE, con una fe profunda y sincera; así que no tengamos miedo de nada ni nadie.
La segunda cosa que nos dice es que somos su rebaño pequeño, con éstas palabras entendemos que aunque somos pocos, somos suyos, somos su rebaño, estamos bajo su cuidado de buen pastor y teniendo ese cuidado amoroso NADA NOS FALTARÁ.
El tercer mensaje de este versículo es que Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo y Padre nuestro, quiere darnos su reino celestial, quiere ofrecernos su maravillosa promesa de la vida eterna llena de bendiciones y de Paz, por esa razón es necesario mantener la fe, no apartarnos de Cristo Jesús y de sus caminos, debemos tener una fe viva que se demuestre con obras de caridad y de bien para con todas las personas y aún para con la creación entera. Debemos lograr que nuestro corazón ame el privilegio de ser parte de ese rebaño pequeño, debemos siempre estar listos, con el cinturón bien ajustado y con la luz encendida, como buenos siervos que esperan a que regrese su Señor; así seremos dichosos el día en que Cristo venga por segunda vez a este su mundo.
Amemos Su Verdad, amemos Su Amor de buen pastor, amemos ser parte de su rebaño pequeño, ese es nuestro gran tesoro y allí debe estar nuestro corazón.
Que Dios nuestro Padre nos otorgue su gracia, nos bendiga y nos acompañe siempre, que bendiga no sólo a los que amamos, sino también a todas las personas que con esperanza anhelan tiempos mejores para su vida.
Un abrazo
OREMOS
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder,
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre. Amén.
Otórganos, te suplicamos, oh Señor, el espíritu de pensar y hacer siempre lo justo; para que nosotros, que sin ti no podemos existir, seamos capaces, con tu ayuda, de vivir según tu voluntad; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Bendigamos al Señor.
Demos gracias a Dios.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros, ahora y siempre. Amén.