lunes, 26 de agosto de 2019

Evangelio del domingo 25 de agosto San Lucas 13:22-30

REFLEXIÓN
Alcanzar el reino de Dios requiere de esfuerzo, eso es lo que nos pide nuestro Señor Jesús en esta semana: "Esfuércense por entrar por la puerta estrecha, porque les digo que muchos tratarán de entrar y no podrán". El esfuerzo requiere de una entrega plena, total, requiere de perseverar, de correr la carrera que tenemos por delante como lo aprendimos la semana pasada; requiere de despojarnos de todo lo que nos estorba, especialmente del pecado (Hebreos 12:1).  

Busquemos alcanzar esa puerta que es nuestro Señor (San Juan 10:7-9) y entrar en su redil para ser guiados por Él y llegar a formar parte de su maravilloso reino; pero debemos hacerlo ahora que se nos brinda la oportunidad, no podemos pretender entrar en su reino cuando nosotros lo queramos, debemos hacerlo ahora, hoy, debemos obedecer el llamado, poner el esfuerzo para lograr algún día disfrutar del banquete del reino de Dios.

OREMOS
Concede, oh Dios de misericordia, que tu Iglesia, congregada en unidad por tu Espíritu Santo, manifieste tu poder entre todos los pueblos, para gloria de tu Nombre; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Gloria a Dios, cuyo poder, actuando en nosotros, puede realizar todas las cosas infinitamente mejor de lo que podemos pedir o pensar: Gloria a él en la Iglesia de generación en generación, y en Cristo Jesús por los siglos de los siglos. Amén



domingo, 18 de agosto de 2019

Evangelio del domingo 18 de agosto San Lucas 12:49-56

REFLEXIÓN
"He venido a traer fuego a la tierra, y ¡cómo quisiera que ya estuviera ardiendo!
Pero tengo que pasar por la prueba de un bautismo, y ¡cuánta angustia siento hasta que se cumpla!"

Al leer detenidamente las palabras de nuestro Señor, notamos claramente su profundo anhelo, que el fuego de su amor y de su Espíritu ardan en el mundo entero, que ese fuego toque cada corazón humano y que domine en su Iglesia para el bien de todos los que lo buscan y quieren una vida mejor, una vida plena en Cristo Jesús. Busquemos en todo momento sentir ese fuego de su Espíritu, de Su Palabra y dejemos que actúe en nosotros, que nos transforme y nos haga más a su imagen; dice el Salmo 29 que la voz del Señor el fuego ardiente, que sacude hasta los desiertos y es majestuosa. 

Una de las grandes promesas de nuestro Señor Jesucristo a sus discípulos es la llegada del Espíritu Santo a sus vidas, ese Espíritu que transforma, edifica y santifica a todo aquel que lo recibe, la promesa de ese fuego se cumplió en Pentecostés (Hechos 2:3) y se cumple cada día en todo aquel que verdaderamente lo desee, porque ese Espíritu nos da un poder especial, nos hace testigos de Cristo y de obra redentora, nos hace verdaderos hijos de Dios. Busquemos siempre ese Espíritu Santo para que arda en nuestros corazones, para que nos de el valor de permanecer siempre en unidad y hermandad con todas las personas, para que podamos perseverar aún en medio de las divisiones y de las pruebas que vivimos cada día.

Nuestro Señor ya anunciaba la división por causa suya, nuestro Señor nos advierte de las pruebas que debemos enfrentar; Él mismo pasó por la prueba del calvario, se entregó por nosotros y por nuestra salvación, ahora nos toca a nosotros con fe caminar victoriosos y perseverar aún en medio de la división fijando la mirada en Cristo Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe (Hebreos 12:2); por lo tanto, como dice la segunda lectura de hoy, despojémonos del pecado que nos asedia y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante yendo hacía Cristo Jesús todos los días de nuestra vida.
Que el Señor nos acompañe y nos ayude.

OREMOS
Dios omnipotente, por nosotros entregaste a tu Hijo único como sacrificio por los pecados y como ejemplo de vida piadosa: Danos gracia para recibir con gratitud los frutos de su obra redentora, y seguir de día en día las huellas benditas de su santísima vida; por Jesucristo tu Hijo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén

Bendigamos al Señor.
Demos gracias a Dios.

La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros, ahora y siempre. Amén. 

domingo, 11 de agosto de 2019

Evangelio del domingo 11 de agosto San Lucas 12:32-40

Introducción
Qué profunda enseñanza la de este evangelio! Como toda Palabra de Dios que viene  directo a nuestro corazón para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia (2 Timoteo 3:16).
Vale profundamente la pena, buscar nuestra querida Biblia, leer el evangelio por lo menos dos veces antes de meditar y dejarnos abrazar por Cristo y su Santa Palabra edificadora, si te es posible; ve y busca tu Biblia para leer juntos ahora el hermoso evangelio de ésta semana. Tómate tu tiempo.

REFLEXIÓN
"No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino"; qué amorosas y paternales palabras que salieron de los labios de nuestro Señor, sólo en éstas palabras Él nos quiere decir tanto...
La primera cosa que se nos viene al corazón cuando escuchamos "no tengan miedo" es un pedido a la confianza, a creer, a tener fe en Él por sobre todo y en todo. Si es Cristo quien nos pide no tener miedo, es que Él quiere protegernos, cuidarnos y acompañarnos en nuestro caminar diario, para andar siempre confiados y seguros, recordando su infinito poder por sobre todo. Debemos reconocer en este día que sólo Él nos puede quitar los miedos y que lo lograremos únicamente con FE, con una fe profunda y sincera; así que no tengamos miedo de nada ni nadie.
La segunda cosa que nos dice es que somos su rebaño pequeño, con éstas palabras entendemos que aunque somos pocos, somos suyos, somos su rebaño, estamos bajo su cuidado de buen pastor y teniendo ese cuidado amoroso NADA NOS FALTARÁ. 
El tercer mensaje de este versículo es que Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo y Padre nuestro, quiere darnos su reino celestial, quiere ofrecernos su maravillosa promesa de la vida eterna llena de bendiciones y de Paz, por esa razón es necesario mantener la fe, no apartarnos de Cristo Jesús y de sus caminos, debemos tener una fe viva que se demuestre con obras de caridad y de bien para con todas las personas y aún para con la creación entera. Debemos lograr que nuestro corazón ame el privilegio de ser parte de ese rebaño pequeño, debemos siempre estar listos, con el cinturón bien ajustado y con la luz encendida, como buenos siervos que esperan a que regrese su Señor; así seremos dichosos el día en que Cristo venga por segunda vez a este su mundo. 

Amemos Su Verdad, amemos Su Amor de buen pastor, amemos ser parte de su rebaño pequeño, ese es nuestro gran tesoro y allí debe estar nuestro corazón.

Que Dios nuestro Padre nos otorgue su gracia, nos bendiga y nos acompañe siempre, que bendiga no sólo a los que amamos, sino también a todas las personas que con esperanza anhelan tiempos mejores para su vida.

Un abrazo

OREMOS
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder,
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre. Amén.

Otórganos, te suplicamos, oh Señor, el espíritu de pensar y hacer siempre lo justo; para que nosotros, que sin ti no podemos existir, seamos capaces, con tu ayuda, de vivir según tu voluntad; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Bendigamos al Señor.
Demos gracias a Dios.

La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros, ahora y siempre. Amén.


lunes, 5 de agosto de 2019

Evangelio del domingo 4 de agosto San Lucas 12:13-21

REFLEXIÓN
Nuestro Señor ha enseñado de muchas maneras sobre el amor al prójimo y sobre el amor que debe existir entre los hermanos. Poco antes del evangelio de esta semana, Jesús estaba enseñando sobre cómo debe ser la actitud del cristiano cuando deba defenderse ante las acusaciones, allí claramente nos dice:
"...no se preocupen de cómo van a defenderse o qué van a decir,  
porque en ese momento el Espíritu Santo les enseñará lo que deben responder".
                                                                                                                         (San Lucas 12:11-12)
Después de éstas palabras, un hombre de entre la multitud le pide al Señor: "Maestro, dile a mi hermano que comparta la herencia conmigo".
Es muy interesante la respuesta que da nuestro Señor ante este pedido:
Hombre —replicó Jesús—¿quién me nombró a mí juez o árbitro entre ustedes? 
Lo que aquel hombre olvidó es que se trata de su hermano; claramente enseña nuestro Señor cómo debe ser el amor entre hermanos y sobre todo qué debemos hacer cuando un hermano peca contra nosotros en Mateo 18:15-22. Hoy la segunda lectura que corresponde a este día Santo, San Pablo nos recuerda cuál es la actitud de los hijos de Dios en toda circunstancia:
"Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, 
revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. 
Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.  
Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.
Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él".   Colosenses 3:12
Busquemos en todo momento y circunstancia la verdadera justicia amparada en la verdad y la bondad, la una no puede separarse de otra. Busquemos actuar cono Dios nos manda, abandonándonos a su guía y a su bondad, que podamos decir en todo momento hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; no sólo frente a nuestros hermanos, sino en toda situación y vivencia. Busquemos acumular tesoros en el cielo para la gloria de Dios y vivamos en paz con todos.
Dios nos bendiga. 
OREMOS
Que tu constante misericordia purifique y defienda a tu Iglesia, oh Señor; y, puesto que no puede continuar en seguridad sin tu auxilio, protégela y dirígela siempre por tu bondad; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Que la bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre todos nosotros ahora y siempre. Amén.

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO.