Hombre bueno que se santificó por compartir de lo suyo con los pobres y necesitados, se hizo apóstol y misionero junto con San Pablo y nos enseña mucho de la caridad, el amor y la perseverancia al servicio de Cristo y de su Iglesia. Hoy lo recordamos con gratitud por su gran ejemplo.
OREMOS
Concédenos, oh Dios, que sigamos el ejemplo de tu fiel siervo Bernabé, que no buscaba su propio provecho sino el bienestar de tu Iglesia, y ofrecía generosamente sus bienes y su vida para el socorro de los pobres y la propagación del Evangelio; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Que la luz del ejemplo de San Bernabé nos acompañen este y todos los días; que nos anime a pensar y ayudar a todos aquellos que sufren y necesitan de nuestra piedad y compasión; en especial por los enfermos y los que pasan dificultades.
Un abrazo
+Juan Carlos
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