El evangelio de hoy nos presenta a un hombre que lo tenía todo, que no pasaba necesidad alguna; era rico. También sabemos que éste era un hombre correcto y bueno (nunca mató, no cometió adulterio, fue honrado, no mentía, no defraudó a nadie y honraba a su padre y a su madre) Pero a pesar de eso, a pesar de tenerlo todo, algo faltaba en su vida, por eso cuando supo de Jesús, fue rápidamente a Él y al llegar ante su presencia se arrodilló delante suyo y le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?"
La respuesta de nuestro Señor fue como una llamada de atención, tanto para ese hombre como para nosotros hoy: "Una sola cosa te falta". Sabemos que Dios en su misericordia nos provee lo necesario, tenemos muchas cosas que a otros les falta, podemos ser buenas personas, honrados en acción y palabra; pero en el fondo con profunda sinceridad sabemos que algo nos falta; vale la pena acercarnos a Dios en oración para preguntarle con las mismas palabras de aquel hombre, "Maestro bueno, qué debo hacer yo para merecer tu reino, qué me falta Señor, no soy perfecto (a); te pido que me lo digas".
Está claro que a pesar de la bondad de aquel hombre, le faltaba algo, Cristo se lo dijo: "Una sola cosa te falta, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme".
Lo triste de esta historia es que al oír la respuesta de Jesús, aquel hombre se desanimó y se fue triste, no quería dejar las cosas que tenía a cambio del Señor, se alejó de Jesús.
A veces ocurre lo mismo en nuestro tiempo, nos cuesta dejar algo de nosotros para seguir al Señor, nos cuesta negarnos a nosotros mismos como Él nos pide. Sabemos que cuando Jesús le pidió al hombre dejarlo todo, no lo iba a dejar en la pobreza; todo lo contrario, el Señor sólo estaba probando su fe. Estar con Jesús es garantizarnos una vida plena, completa, llena; todo lo tenemos con Él, a su lado no perdemos nada, por el contrario: lo ganamos todo.
Aprendamos del evangelio de hoy, preguntémonos qué nos falta dejar para seguir al Señor, para heredar el reino y vayamos con confianza hacía el Señor, sigamos sus enseñanzas con total confianza y entrega sabiendo que si dejamos algo por Él, recibiremos cien veces más ahora en este tiempo; Él y su Santa palabra nos lo asegura:
"Les aseguro que todo el que por mi causa y la del evangelio haya dejado casa,
hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o terrenos, recibirá cien veces más,
ahora en este tiempo y en la edad venidera, la vida eterna".
San Marcos 10:29-30
Demos gracias a Dios porque su palabra se cumple, Él es fiel, amoroso y bondadoso. Nos da más de lo que merecemos, nos da cien veces más.
Que Dios nos bendiga
Un abrazo
OREMOS
Te rogamos, oh Señor, que tu gracia siempre nos preceda y acompañe, para que continuamente nos dediquemos a buenas obras; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Señor Jesucristo, tú extendiste tus brazos amorosos sobre el cruel madero de la cruz, para estrechar a todos los seres humanos en tu abrazo salvador: Revístenos con tu Espíritu de tal manera que, extendiendo nuestras manos en amor, llevemos a quienes no te conocen a reconocerte y amarte; por el honor de tu Nombre. Amén.
Bendigamos al Señor.
Demos gracias a Dios.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros, ahora y siempre. Amén.
Demos gracias a Dios.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros, ahora y siempre. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario