El evangelio nos cuenta que cuando Cristo dijo "Yo soy el Pan de vida", muchos comenzaron a murmurar contra Él, no creían ni aceptaban esas palabras, seguramente que esperaban un Salvador distinto, un Salvador de acuerdo a sus deseos, que no altere su forma de vivir. Lo que nosotros hemos entendido hoy, es que Cristo si cambia nuestra forma de vida, la hace mejor, la llena de compasión y bondad. nos transforma para bien; ahora podemos entender con claridad sus palabras cuando dijo: "Si alguien quiere ser mi discípulo, TIENE que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme" (San Mateo 16:24).
Debemos dejar nuestra forma de pensar, de ser y de actuar; debemos abandonarnos a Cristo para que Él haga su voluntad en nuestras vidas, debemos ser como el "Barro en las manos del alfarero"(Jeremías 18:6), debemos mostrar nuestra fe con buenas acciones, con alabanza y adoración.
No dudemos jamás que Cristo es el Pan de vida que bajó del cielo para alimentarnos, meditemos en sus palabras profundas y verdaderas éste día:
"Ciertamente les aseguro que el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida.
Si alguno come de éste pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne,
que daré para que el mundo viva" (San Juan 6:47-48, 51)
Que nuestro buen Señor alimente siempre nuestras vidas, las vidas de los que amamos y de todos.
OREMOS
Otórganos, te suplicamos, oh Señor, el espíritu de pensar y hacer siempre lo justo; para que nosotros, que sin ti no podemos existir, seamos capaces, con tu ayuda, de vivir según tu voluntad; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Oh Dios, Rey eterno, que con tu luz separas el día de la noche, y transformas en claridad la sombra de muerte: Arroja de nosotros todo mal deseo, inclina nuestro corazón a guardar tu ley, y guía nuestros pasos por el sendero de la paz; para que, al hacer con gusto tu voluntad durante el día, nos alegre darte gracias cuando llegue la noche; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Demos gracias a Dios.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros, ahora y siempre. Amén.
Un abrazo
No hay comentarios:
Publicar un comentario