Padre, Hijo y Espíritu Santo sean reconocidos, de manera especial hoy en lo más profundo de nuestro ser como un todo para nuestras vidas. Recordemos juntos las cualidades de ésta Santa Trinidad y demos gracias a Dios por este día Santo.
Padre: Creador de todo lo existente, del cielo y de la Tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Hijo: Mesías, Redentor, Liberador, Cristo. Imagen perfecta del Padre
Espíritu Santo: Dador de una vida buena y plena que actúa constantemente en nuestras vidas santificándonos con sus dones (Gálatas 5:22).
Que nuestra gratitud al Padre por el regalo de la creación nos haga ser mejores cristianos, nos haga reconocer que todas las cosas vienen de Dios, que nada es nuestro, que TODO es suyo. Que podamos recordar su infinito amor por la humanidad al valorar cómo envió a su Hijo para la salvación de todos los hombres y mujeres del mundo.
Que nuestra gratitud al Hijo, nuestro Señor y Redentor nos acerque más a su presencia, a su palabra y evangelio; que nos acerque más a su Santa Iglesia.
Que nuestra gratitud al Espíritu Santo nos de la esperanza de un vida plena, mejor, llena de cualidades que nos hagan mejores ante Dios y ante los hombres. Que el Espíritu Santo nos guíe a la verdad y nos prepare para una vida mejor llena de Paz y de Justicia, pero sobre todo llena de misericordia.
Un abrazo
+Juan Carlos Revilla
OREMOS
Seor, abre nuestros labios.
Y nuestra boca proclamar tu alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya!
Padre, Hijo y Espíritu Santo, un solo Dios: Vengan y adorémosle.
Y nuestra boca proclamar tu alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya!
Padre, Hijo y Espíritu Santo, un solo Dios: Vengan y adorémosle.
Dios omnipotente y eterno, que por la confesión de una fe verdadera nos diste a tus siervos la gracia de reconocer la gloria de la Trinidad eterna, y de adorar la Unidad en el poder de tu divina Majestad: Conservanos firmes en esta fe y adoración, y llévanos al fin a contemplarte en tu sola y eterna gloria; tú que vives y reinas, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Que la bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo desciendan sobre todos ustedes hoy y siempre. Amén.