La semana pasada hemos comprendido que cuando Jesús viene a nuestras vidas, aún cuando sintamos temores, aún cuando estemos inseguros; Él nos trae su paz, una paz que sobre pasa todo entendimiento, es una Paz que nos cuida, nos unge y nos da la tranquilidad que muchas veces las circunstancias de la vida nos la quiere quitar. (Filipenses 4:7)
En el evangelio de hoy vemos a discípulos temerosos, con dudas... ante ésto el Señor les da pruebas de su presencia en medio de ellos.
Hoy, ese mismo Señor Poderoso y bondadoso, nos da también pruebas de su presencia en nuestras vidas, en su infinito poder nos muestra en primer lugar a la familia querida, unida, sana, segura. Una familia que Él planeó y regaló para nuestras vidas.
Nos muestra el hogar en el que vivimos, los amigos y hermanos verdaderos, su creación entera, todo lo que hemos recibido de su infinita misericordia; hay muchas cosas que el Señor nos muestra cada día como prueba de su amor y su presencia entre nosotros.
Pidamos al Espíritu Santo que nos abra el entendimiento para comprender las Escrituras, para creer con fe que Cristo está a nuestro lado hoy y siempre, que sólo Él nos puede traer Paz, como dice el versículo 48, seamos testigos de ésto.
Que nada ni nadie nos quite la Paz que Cristo nos da en lo más profundo de nuestros corazones.No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7
OREMOS
Oh Dios, cuyo bendito Hijo se dio a conocer a sus discípulos en la fracción del pan: Abre los ojos de nuestra fe, para que podamos contemplarle en toda su obra redentora; quien vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Dios todopoderoso, que nos diste la gracia para unirnos en este momento, a fin de ofrecerte nuestras súplicas en común; y que, por tu muy amado Hijo, nos prometiste que, cuando dos o tres se congregan en su Nombre, tú estarás en medio de ellos: Realiza ahora, Señor, nuestros deseos y peticiones como mejor nos convenga; y concédenos en este mundo el conocimiento de tu verdad y en el venidero, la vida eterna. Amén.
Bendigamos al Señor.
Demos gracias a Dios.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros, ahora y siempre. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario