domingo, 15 de diciembre de 2019

Evangelio del domingo 15 de diciembre: III Domingo de Adviento. San Mateo 11:2-11

REFLEXIÓN
Hoy estamos iniciando la tercera semana de Adviento, el llamado "Adviento de la alegría" y cada vez más se acrecienta la luz de Cristo en nuestras vidas y en nosotros está lograr que esa luz llegue a las vidas de todas las personas que esperan una natividad llena de esperanza.

Esta semana la enseñanza del evangelio sigue mostrándonos a Juan el Bautista, hombre  considerado  por muchos como el último profeta, pero también el primer discípulo al servicio del Señor; un hombre escogido por Dios para anunciar la llegada del mesías, del redentor... 
Juan fue el escogido por Dios para preparar el camino de Jesús y lo hizo con obediencia y valentía, con profunda fe; aún cuando estuvo preso por causa de su amor a Dios siguió actuando, siguió al servicio de Jesús como su mensajero. 

Espero que se den un tiempo para leer por lo menos unas dos veces el evangelio de esta semana para que así juntos podamos valorar la actitud de Juan el Bautista y podamos seguir su buen ejemplo. Este siervo de Dios, estando en la cárcel, envió a sus discípulos hasta Jesús para que le hicieran una pregunta: "Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro"?.
Es seguro que la primera intención de Juan el Bautista era que aquellos hombres puedan estar frente a Jesús, que puedan verlo, escucharlo, saber de Él mismo la respuesta que todos debemos escuchar hoy y cada día en nuestras vidas. Esta semana te invito a buscar a Jesús y a hacerle la misma pregunta que aquellos hombres le hicieron: "Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro"?. La respuesta va a salir desde nuestro corazón, todos sabemos que Cristo si es el que ha de venir, es el que quiere venir, es el que debe venir a nuestras vidas; a nosotros nos toca no sólo esperarlo, nos toca reconocer su poder y su majestad, reconocer su amor y su misericordia, nos toca anunciarlo como el Salvador del mundo; sigamos aprendiendo de Juan el Bautista, el "mensajero" de Dios, anunciemos a todos que la luz del mundo está cada vez más cerca, que la Navidad se aproxima, que Cristo quiere nacer en cada corazón humano. Contemos al mundo que los ciegos ven, los cojos andan, los enfermos son sanados, los sordos oyen, los muertos resucitarán y los pobres tienen esperanza. Contemos al mundo las bendiciones que uno recibe al reconocer a Cristo como el Salvador.

Que vivamos un buen tiempo de espera, un Adviento lleno de esperanza y de alegría al saber que Cristo nacerá en cada uno de nosotros para hacernos mejores personas.
Un abrazo. 

OREMOS
Suscita tu poder, oh Señor, y con gran potencia ven a nosotros; ya que estamos impedidos penosamente por nuestros pecados, haz que tu abundante gracia y misericordia nos ayuden y libren prontamente; por Jesucristo nuestro Señor, a quien contigo y el Espíritu Santo, sea el honor y la gloria, ahora y por siempre. Amén



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