Fue un hombre que a pesar de haber nacido en una familia pudiente, pudo ver, sentir y comprender la pobreza y el alma de los pobres; renunciando a toda comodidad material, se dedicó a llevar consuelo y esperanza, ayuda y servicio a los más necesitados, a ellos los llamaba sus hermanos, los sentía hermanos y vio en sus rostros el rostro de Cristo.
Llegó a fundar la orden de los "Menores" al servicio de los más necesitados, orden basada en la sencillez y en la humildad de vida y de acción. Para muchos Francisco fue el mejor de los Santos, muchos lo admiraron, pero pocos pudieron imitarlo y seguirlo. Demos gracias a Dios por haber tocado el alma y el corazón de San Francisco para ser compasivo; que nuestro Señor también toque nuestro corazón hoy y siempre para ser bondadosos y misericordiosos unos con otros.
OREMOS
Altísimo, omnipotente, buen Señor, concede a tu pueblo la gracia de renunciar alegremente a las vanidades de éste mundo, para que, siguiendo el ejemplo del bendito Francisco, nos regocijemos por amor tuyo en toda la creación con perfecto gozo. Por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
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