Nuestro Señor nos recuerda hoy que nuestro amor por Él debe estar por encima de todo y de todos, aún por encima de las personas que más amamos; nos recuerda que para seguirlo es necesario abandonarnos totalmente a Él, poner los ojos en Él y caminar absolutamente confiados en su gran amor.
Nunca debemos olvidar que si nos hacemos discípulos del Señor, todo lo que amamos será bien cuidado, fortalecido y multiplicado de bendiciones. Al entregarnos al Señor, debemos hacerlo con plenitud y a la vez con esperanza, debemos hacerlo sabiendo que nada nos puede faltar, sabiendo que su amoroso cuidado estará siempre con nosotros y para con los que amamos; ¿Qué nos podría faltar teniendo a Cristo como nuestro buen Pastor? ¿Qué nos podría suceder sabiendo que su amoroso cuidado nos proteje?
Si Jesús nos pide dejarlo todo por Él es para recibir mucho más de lo que dejamos; si nos pide amarlo más que a nuestros padres o hermanos, es para darnos más amor del que podemos imaginar o sentir... nada absolutamente nos puede faltar en una entrega total al ser más poderoso y amoroso del universo entero: Cristo Jesús.
Vayamos a Él como nos pide, tomando nuestra propia cruz, caminando por la senda que sólo nos llevará al reino prometido con amor y bondad.
Que el Señor nos llame cada día y nos conceda su gracia y amor por siempre.
Un abrazo
OREMOS
Concede, oh Señor, que confiemos en ti de todo corazón; porque, así como tú siempre resistes a los soberbios que confían en su propia fortaleza, de la misma manera jamás abandonas a aquéllos que se glorían en tu misericordia; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Bendigamos al Señor.
Demos gracias a Dios.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros, ahora y siempre. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario