Nuestro Señor nos está enseñando en su Santo evangelio la correcta forma de reprender, juzgar o llamar la atención, siempre sus enseñanzas nos llevan a mostrar misericordia y bondad ante el error del otro, más aún si decimos que es nuestro hermano. Ver a las personas con compasión no sólo debe hacerse cuando sufren una pérdida, pena o dolor, también debemos ver con compasión al hombre equivocado, dando gracias que nosotros no fuimos los que cometimos el error; cuando juzguemos jamás debemos olvidar nuestra imperfección, muchas veces es fácil ver la paja en el ojo ajeno sin ver la viga que tenemos en el nuestro.
Cristo nos anima a purificarnos primero, a santificarnos, a reconocer que somos frágiles, que no somos perfectos; sólo así veremos el error del otro con compasión. Hoy nuestro Señor nos dice con claridad:
"¿Cómo puedes decirle a tu hermano: Hermano, déjame sacarte la astilla del ojo,
cuando tú mismo no te das cuenta de la viga que hay en el tuyo?
¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo,
y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano."
Versículos 41-42.
Busquemos ser bondadosos aún para juzgar, que nuestros juicios lleven al arrepentimiento y la conversión, no a la rebeldía, al enojo o al resentimiento. Busquemos la bondad que Cristo nos ha mostrado para ser bondadosos en todo acto de nuestras vidas, recordemos con meditación lo que el Señor nos dice éste día:
"El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien;
pero el que es malo, de su maldad produce el mal,
porque de lo que abunda en el corazón habla la boca"
versículo 45
Guardemos las palabras y la enseñanza de Jesús en nuestros corazones, dejemos que sólo sentimientos buenos nos dominen, llenemos nuestro corazón con bondad y sabiduría, Cristo lo puede hacer. Que Él nos ayude a ser más a su imagen, a mirar con compasión aún a aquellos que nos lastimaron, nos juzgaron sin bondad, que nos ayude a cimentar nuestras vidas con la fuerza y el poder de su Santo Espíritu.
Un abrazo
OREMOS
Señor, abre nuestros labios.
Y nuestra boca proclamará tu alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. ¡Aleluya!
Y nuestra boca proclamará tu alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. ¡Aleluya!
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder,
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre. Amén.
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder,
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre. Amén.
Oh Dios, que antes de la pasión de tu unigénito Hijo, revelaste su gloria en el monte santo: Concédenos que, al contemplar por fe la luz de su rostro, seamos fortalecidos para llevar nuestra cruz y ser transformados a su imagen de gloria en gloria; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
El Señor esté con ustedes
y con tu espíritu.
Que la bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes hoy y siempre+. Amén.
Amén p
ResponderEliminarAmén 🙏
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