domingo, 30 de diciembre de 2018

30 de diciembre San Lucas 2: 1-14

REFLEXIÓN
Hemos recordado con alegría la noticia que muchos años atrás fue dada, la noticia trajo la esperanza de salvación al mundo: el nacimiento del Hijo de Dios.
El evangelio de hoy nos enseña que hasta en el cielo los ángeles se alegraron por el mundo y se presentaron a los hombres humildes para compartir esa alegría celestial de ver al Salvador nacido; ¿Cómo nos sentimos ahora que ya sabemos el propósito divino de la Natividad? Ha pasado el día del nacimiento de Jesús, pero no ha pasado ni pasará su santo propósito, debemos tenerlo siempre presente todos los días de nuestra vida y debemos recordarlo con gratitud a todos los demás, por eso el evangelio de hoy nos trae la alabanza de los ángeles que dice:

"Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra paz a los que gozan
de su buena voluntad"

Glorifiquemos a Dios por haber enviado a su Hijo bendito por todos nosotros, recibamos esa paz que se nos ofrece y que todos los días del año recibamos al Cristo que nace y crece en nosotros para cambiarnos y hacernos más amorosos, más humildes, más a su semejanza.
Dios los bendiga, un abrazo.

OREMOS
Dios todopoderoso, tu has derramado sobre nosotros la nueva luz de tu Verbo encarnado: Concede que esta luz, que arde en nuestro corazón, resplandezca en nuestra vida; mediante nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.



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