Oración para encender la tercera vela:
Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén
La
persona indicada:
En las tinieblas se encendió una luz,
en el desierto clamó una voz.
Se anuncia la buena noticia:
¡El Señor va a llegar!
Preparemos nuestros caminos, porque ya se acerca.
Adornemos nuestras almas
como una novia que se engalana para el día de su boda.
Ya llega el mensajero.
Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas
cada uno de nosotros quiere ser
antorcha tuya Señor para que brilles,
Danos tu luz y tu calor para darlo también a otros
¡Ven, Señor, a salvarnos Señor!,
envuélvenos con tu luz, caliéntanos con tu amor.
en el desierto clamó una voz.
Se anuncia la buena noticia:
¡El Señor va a llegar!
Preparemos nuestros caminos, porque ya se acerca.
Adornemos nuestras almas
como una novia que se engalana para el día de su boda.
Ya llega el mensajero.
Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas
cada uno de nosotros quiere ser
antorcha tuya Señor para que brilles,
Danos tu luz y tu calor para darlo también a otros
¡Ven, Señor, a salvarnos Señor!,
envuélvenos con tu luz, caliéntanos con tu amor.
Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén
REFLEXIÓN
Esta semana el evangelio nos anima a compartir con quienes menos tienen, claramente dice: "El que tiene dos camisas debe compartir con el que no tiene ninguna, y el que tiene comida debe hacer lo mismo"; nuestro Señor ya nos enseñó que hay más gozo en dar que en recibir, busquemos con quién compartir, en este tiempo hay muchas manos abiertas esperando del cielo la bondad de los hombres en la Tierra.
Esta es la semana de las buenas obras, las obras de justicia y de bondad en el nombre de Cristo. Que nuestros corazones agradecidos, bondadosos y amorosos se inclinen siempre por la solidaridad con el hermano, con el necesitado, con Cristo nuestro Señor.
Dios nos bendiga
OREMOS
Suscita tu poder, oh Señor, y con gran potencia ven a nosotros; ya que estamos impedidos penosamente por nuestros pecados, haz que tu abundante gracia y misericordia nos ayuden y libren prontamente; haz que podamos darte, dando también a quienes tienen menos que nosotros; por Jesucristo nuestro Señor, a quien contigo y el Espíritu Santo, sea el honor y la gloria, ahora y por siempre. Amén.
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