Tiempo litúrgico muy especial que se inicia con el MIÉRCOLES DE CENIZA, este es un día santo de profunda oración y ayuno, es el primer día de la Cuaresma. este día todos recordamos que somos polvo y que al polvo volveremos, recibimos el signo de salvación con la ceniza en la frente para ser marcados como frágiles ante Dios.
Consejos para vivir la Cuaresma
1. Arrepintiéndome
de mis pecados y confesándome.
Pensar en qué he ofendido a Dios, Nuestro Señor, si nos duele haberlo
hecho, si realmente estamos arrepentidos. Éste es un muy buen momento del año
para llevar a cabo una confesión preparada y de corazón. Revisa los
mandamientos de Dios y de la Iglesia para poder hacer una buena confesión.
2. Luchando por
cambiar.
Analiza tu conducta para conocer en qué estás fallando. Hazte el
propósito de cambiar día a día y analiza cada noche si lo lograste. Recuerda no
ponerte demasiados retos porque te va a ser muy difícil cumplirlos todos. Hay
que hacerlo poco a poco, no se puede lograr todo de una sola vez. Conoce cuál
es el defecto que más te domina y haz un plan para luchar contra él, y poder
cambiar.
3. Haciendo
sacrificios.
La palabra sacrificio viene
del latín sacrum-facere, que significa "hacer sagrado". Entonces,
hacer un sacrificio es hacer una cosa sagrada, es decir, ofrecerla a Dios por
amor. Hacer sacrificio es ofrecerle algo
a Dios, porque lo amas, ofrécele cosas que te cuesten trabajo y pídele a Él ayuda. Por ejemplo, ser amable con el
vecino que no te simpatiza o ayuda a alguien que nunca ayudaste en su trabajo y
hazlo con agrado. En cada uno de nosotros hay algo que nos cuesta trabajo
hacerlo. Si esto se lo ofrecemos a Dios por amor, estaremos haciendo sacrificio.
4. Haciendo
oración.
Aprovecha estos días para orar, para conversar con Dios, para decirle
que lo quieres y que quieres estar con Él. Te puedes ayudar leer cada día las
lecturas y meditar en ellas. Hazlo durante toda la cuaresma sin fallar.
OH Dios Padre, Creador
del cielo y de la tierra;
Ten misericordia de nosotros.
Oh Dios Hijo, Redentor del mundo;
Ten misericordia de nosotros.
Oh Dios Espíritu Santo, Santificador de los fieles;
Ten misericordia de nosotros.
Oh Santa, bendita y gloriosa Trinidad, un solo Dios;
Ten misericordia de nosotros.
Ten misericordia de nosotros.
Oh Dios Hijo, Redentor del mundo;
Ten misericordia de nosotros.
Oh Dios Espíritu Santo, Santificador de los fieles;
Ten misericordia de nosotros.
Oh Santa, bendita y gloriosa Trinidad, un solo Dios;
Ten misericordia de nosotros.
OH Dios, Padre
Misericordioso, que no desprecias los gemidos de un corazón contrito, ni el
anhelo de los angustiados; Acoge misericordiosamente las oraciones que te dirigimos
en todos nuestras penas y adversidades, cuando nos oprimen; y atiéndenos con
bondad, para que los males, la astucia y sutileza del demonio o del hombre que obran
contra nosotros, por tu buena providencia, sean reducidos a la nada; para que
nosotros tus siervos, estando libres de persecuciones, te demos siempre gracias
en tu Santa Iglesia; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.