martes, 25 de febrero de 2020

Miércoles de Ceniza: Inicio de la Cuaresma

Tiempo litúrgico muy especial que se inicia con el MIÉRCOLES DE CENIZA, este es un día santo de profunda oración y ayuno, es el primer día de la Cuaresma.​  este día todos recordamos que somos polvo y que al polvo volveremos, recibimos el signo de salvación con la ceniza en la frente para ser marcados como frágiles ante Dios.

Consejos para vivir la Cuaresma
1. Arrepintiéndome de mis pecados y confesándome.
Pensar en qué he ofendido a Dios, Nuestro Señor, si nos duele haberlo hecho, si realmente estamos arrepentidos. Éste es un muy buen momento del año para llevar a cabo una confesión preparada y de corazón. Revisa los mandamientos de Dios y de la Iglesia para poder hacer una buena confesión.
2. Luchando por cambiar.
Analiza tu conducta para conocer en qué estás fallando. Hazte el propósito de cambiar día a día y analiza cada noche si lo lograste. Recuerda no ponerte demasiados retos porque te va a ser muy difícil cumplirlos todos. Hay que hacerlo poco a poco, no se puede lograr todo de una sola vez. Conoce cuál es el defecto que más te domina y haz un plan para luchar contra él, y poder cambiar.
3. Haciendo sacrificios.
La palabra sacrificio viene del latín sacrum-facere, que significa "hacer sagrado". Entonces, hacer un sacrificio es hacer una cosa sagrada, es decir, ofrecerla a Dios por amor. Hacer sacrificio es ofrecerle algo  a Dios, porque lo amas, ofrécele cosas que te  cuesten trabajo y pídele a Él ayuda. Por ejemplo, ser amable con el vecino que no te simpatiza o ayuda a alguien que nunca ayudaste en su trabajo y hazlo con agrado. En cada uno de nosotros hay algo que nos cuesta trabajo hacerlo. Si esto se lo ofrecemos a Dios por amor, estaremos haciendo sacrificio.
4. Haciendo oración.
Aprovecha estos días para orar, para conversar con Dios, para decirle que lo quieres y que quieres estar con Él. Te puedes ayudar leer cada día las lecturas y meditar en ellas. Hazlo durante toda la cuaresma sin fallar.

OREMOS
OH Dios Padre, Creador del cielo y de la tierra;
     Ten misericordia de nosotros.
Oh Dios Hijo, Redentor del mundo;
     Ten misericordia de nosotros.
Oh Dios Espíritu Santo, Santificador de los fieles;
     Ten misericordia de nosotros.
Oh Santa, bendita y gloriosa Trinidad, un solo Dios;
     Ten misericordia de nosotros.

OH Dios, Padre Misericordioso, que no desprecias los gemidos de un corazón contrito, ni el anhelo de los angustiados; Acoge misericordiosamente las oraciones que te dirigimos en todos nuestras penas y adversidades, cuando nos oprimen; y atiéndenos con bondad, para que los males, la astucia y sutileza del demonio o del hombre que obran contra nosotros, por tu buena providencia, sean reducidos a la nada; para que nosotros tus siervos, estando libres de persecuciones, te demos siempre gracias en tu Santa Iglesia; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.



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ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO.