domingo, 4 de marzo de 2018

4 de marzo: III Domingo de Cuaresma San Juan 2:13-25

REFLEXIÓN
Cuando uno lee el evangelio de esta semana  entendemos claramente que Nuestro Señor Jesús se molestó mucho cuando vio que en el templo de su Padre las personas  habían instalado lugares para negociar, vender y cambiar dinero, un lugar de oración y devoción estaba convertido prácticamente en un mercado, ante eso Él echó a todos ellos de allí y dijo claramente:
"¡Saquen esto de aquí! 
¿Cómo se atreven a convertir la casa de mi Padre en un mercado?"
Nuestro Señor se sintió lastimado y triste al ver que el templo estaba contaminado, su propósito es estar en la presencia de Dios, alabarle, adorarle, escuchar Su Palabra y estar juntos como Iglesia, su propósito nunca debe ser la negociación, el buscar ganancia personal, comprar o vender...
Está claro que el templo debe ser un lugar especial, digno, limpio, sin contaminación, libre de pecado.

Ahora bien, San Pablo nos dice en 1 Corintios 3:16 (por favor, lean) que nosotros somos templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en nosotros; al pensar en cómo se molestó nuestro Señor cuando vio el templo indigno, imagino que también sentirá dolor y tristeza cuando nosotros contaminamos nuestros cuerpos, cuando dejamos que el pecado entre en nuestros corazones, cuando dejamos que malos pensamientos estén en nuestras mentes y dañen nuestro corazón... Nosotros somos templo y debemos cuidarnos, estar siempre dignos, puros. 
Somos templos del Dios viviente (2 Corintios 6:16), qué privilegio tan grande! y qué responsabilidad tan profunda! en este tiempo de Cuaresma nos toca limpiar ese templo interior que todos debemos ser, debemos buscar en conciencia todo lo indigno de nuestro interior, debemos confesar, arrepentirnos y esperar la misericordia infinita de Dios que nos ayudará a limpiar nuestro templo interior para que su Santo Espíritu pueda habitar en nosotros.
Acerquémonos hoy en oración profunda al Señor, dejemos que Él nos purifique, Él tiene el poder para hacerlo:
No necesita que nadie le informe nada acerca de los demás, 
pues Él conoce el interior del ser humano  (San Juan 2:25)
Vayamos a Jesús tal como somos, con arrepentimiento sincero de nuestros defectos, errores y debilidades; si nosotros estamos dispuestos, Él nos cambiará, nos hará mejores personas, nos hará buenos cristianos.
Dios nos bendiga

OREMOS
Dios todopoderoso, tú sabes que en nosotros no hay poder para ayudarnos: Guárdanos tanto exteriormente en cuerpo como interiormente en alma, para que seamos defendidos de todas las adversidades que puedan sobrevenir al cuerpo, y de los malos pensamientos que puedan asaltar y herir el alma; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén

Oh Dios, tú nos alegras con el recuerdo semanal de la gloriosa resurrección de tu Hijo nuestro Señor: Concédenos tal bendición en este día, mediante nuestra adoración, que ocupemos todos los días de esta semana en tu favor; por Jesucristo nuestro Señor. Amén

Que la bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre todos nosotros ahora y siempre. Amén.

+Juan Carlos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO.