Viviendo el Adviento
La palabra ADVIENTO es
una palabra latina que quiere decir VENIDA, LLEGADA. Es el tiempo
de cuatro semanas en el que los cristianos nos preparamos para la venida de
Jesucristo que celebramos en NAVIDAD.
Con el adviento iniciamos un nuevo año litúrgico llenos de
esperanza, llenos de Cristo.
La corona de Adviento.- tiene su origen en una tradición de prender
velas durante el invierno para representar al fuego del sol que regresará con
su luz y calor. Los primeros misioneros
aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas.
La corona está formada por una gran variedad de símbolos:
Su forma circular: El círculo no tiene principio ni fin. Es señal
del amor de Dios que es eterno.
Las
velas.- Después de la caída de
Adán “La oscuridad” ciega al hombre y lo aleja de Dios. Nuestro Señor
nos fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el
universo como las velas de la corona.
Son 3 velas moradas, 1 rosada, y 1
blanca (grande, al centro), se prenderán de una en una, durante los
cuatro momentos de adviento. Aquella que va al centro, (BLANCA) simbolizará la llegada de la navidad. Color Morado: Conversión, arrepentimiento y perdón.
Color
Rosado: Gozo y Alegría
Las frutitas.- Adornan la
corona y representan los frutos del jardín del Edén cuya tentación nos llevó al pecado, pero
recibiendo inmediatamente de Dios Padre la promesa del Salvador Universal.
Oraciones
sugeridas para encender nuestra corona de adviento en estas cuatro semanas:
PRIMERA VELA
Todos: En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén
La persona indicada:
Encendemos, Señor, esta luz,
como aquel que enciende su lámpara
para salir en la noche
al encuentro del amigo que ya viene.
En esta primera semana del Adviento
queremos mi familia y yo levantarnos
para esperarte preparados,
para recibirte con alegría,
ven pronto Señor…
Muchas sombras nos envuelven.
Muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes Señor,
porque tú traes la luz a nuestra casa
traes la paz más profunda,
y la alegría más verdadera.
¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús
Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén
SEGUNDA VELA
Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén
La
persona indicada:
Los profetas mantenían encendida
la esperanza de Israel.
Nosotros, como un símbolo de nuestra esperanza
encendemos estas dos velas.
La humanidad entera se estremece
porque Dios se ha sembrado en nuestra carne.
Que cada uno de los que estamos aquí Señor,
te abra su vida para que brotes en ella,
para que nazcas y florezcas en nuestros corazones
y mantengas en nosotros
encendida la esperanza.
¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!
Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén
TERCERA VELA
Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén
La
persona indicada:
En las tinieblas se encendió una luz,
en el desierto clamó una voz.
Se anuncia la buena noticia:
¡El Señor va a llegar!
Preparemos nuestros caminos, porque ya
se acerca.
Adornemos nuestras almas
como una novia que se engalana para el día de su boda.
Ya llega el mensajero.
Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas
cada uno de nosotros quiere ser
antorcha tuya Señor para que brilles,
Danos tu luz y tu calor para darlo también a otros
¡Ven, Señor, a salvarnos Señor!,
envuélvenos con tu luz, caliéntanos con tu amor.
Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén
CUARTA VELA
Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén
La persona indicada:
Al encender estas cuatro velas,
nos llenamos de gozo
Porque estás cerca Señor,
te esperamos con ansias, con ternura, con amor.
Te queremos esperar cada día, cada instante,
Ven pronto Señor
Hazte el Señor de nuestras vidas, reina en nuestro hogar,
llénalo todo Señor,
Llena nuestra alma,
Llénalo todo de ti
¡Ven pronto, Señor. Ven a salvarnos!
Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén